A las afueras de La Habana, entre viejas y enormes mansiones, el general Horacio de la
Serna ha sido convocado a una reunión de alto nivel. Le esperan el ministro del Interior y el
Comandante. Después de tomar asiento, De la Serna es desarmado y detenido. «¿De qué se me
acusa?», logra preguntar el general. «Lo sabes bien», le responde el ministro mientras la silueta
del Comandante se desvanece en las penumbras, «estoy hablando de la Operación Foros, la que tú dirigías».
La Operación Foros, un plan para acabar con la dictadura e imponer la democracia en Cuba,
ha fracasado, pero el comando de exiliados que lo impulsaba no se rinde y decide organizar
un último y ambicioso intento de acabar con el régimen: asesinar a Castro. Pero el plan de
los exiliados no sólo tendrá que enfrentarse a las medidas de seguridad del ejército castrista.
Sorprendentemente -y en secreto-, Castro contará con unos aliados inesperados que, sin
que él lo sepa, intentarán evitar el atentado contra su persona: la CIA y el detective Cayetano
Brulé, a quien la CIA contacta para que les ayude a localizar al agente encargado de asesinar al
dictador cubano.
Con un ritmo trepidante, se entremezclan las múltiples pinceladas que componen el cuadro
de una gran conspiración que empujará a sus protagonistas a un agitado periplo por Chile,
Alemania, Rusia, México, Estados Unidos y, finalmente, Cuba.