Los orígenes de los países son siempre misteriosos; se envuelven con mitos e historias fantásticas que, a menudo, esconden realidades mucho más profundas. Para los primeros navegantes fenicios y griegos, la Península Ibérica era un lugar remoto, envuelto en leyendas. Otear las costas del Estrecho significaba para ellos llegar al extremo del mundo, y nuestro país era como «el Dorado», una tierra llena de oro y plata, de una belleza sin igual. ¿Qué hubo de cierto en estas leyendas? ¿Qué se escondía detrás del mito hispano de la Atlántida?
Con el desarrollo de las colonizaciones fenicias y griegas se desvanecieron los límites del mito e Hispania entró en la historia. Y comenzaron a hacerse realidad sus diferentes pueblos -tartesios, iberos, celtas...-. Este libro nos habla de aquel mito, pero, fundamentalmente, nos desvela las formas de vida, las costumbres, las creencias, los miedos y los valores de los pueblos primitivos de la Península Ibérica prerromana.