Holberg, un camionero de sesenta y nueve años, aparece asesinado en el sótano de su casa en el barrio de Las Marismas, en Reikiavik, junto a una nota incompleta de lo que aparenta una confesión -Yo soy el...-, que sólo cobrará sentido para Erlendur y su inseparable Sigurdur Óli cuando encuentran la foto de la tumba de una niña. Sin embargo, esa niña, fallecida hace más de cuarenta años, no fue asesinada. Qué significa entonces el mensaje del misterioso Holberg, a quien nadie parece conocer El drama que esconde la biografía del viejo y la exhumación del cadáver de la niña provocará el regreso de viejos fantasmas, también a la vida de Erlendur. Y, en el peor momento, una joven novia desaparece de su propio banquete de bodas. Ésta es la novela que dio a conocer en España a Arnaldur Indridason y al inspector Erlendur Sveinsson que, viejo y solitario, angustiado y brillante, se ha hecho cómplice de millones de lectores de todo el mundo.