Einar, periodista exiliado en una pequeña localidad del norte de Islandia y alcohólico «en descanso», sigue la pista de dos muertes producidas en extrañas circunstancias. Se trata de dos adolescentes que aparentemente se han suicidado pero que han dejado tras de sí una estela de incógnitas de difícil comprensión. La investigación se complica por momentos debido a tres factores no menos complejos: en primer lugar Einar no sabe distinguir la vida privada de la laboral; además, hace todo lo posible por contradecir al redactor en jefe de su periódico, que se empeña en teledirigirle desde la capital; y, por si fuera poco, lo que tiene delante es una microsociedad gangrenada por la corrupción, la droga y una complicada red local de intereses políticos y económicos.
He aquí una novela negra rebosante de ironía y de suspense, con la venganza, la codicia y la enajenación como temas principales en el marco de una sociedad mucho menos perfecta de lo que parece.