Hace años, el gobierno se dio cuenta de que no tenía dinero para pagar la educación. Las empresas reaccionaron y crearon el Juego, un entorno ideado para los chicos en el que podemos aprender mediante actividades entretenidas, a nuestro ritmo y según nuestros intereses. El Juego nos da la libertad que no tenemos en la calle. Si a cambio las empresas nos observan para hacer estudios de mercado, ¿a quién le importa? El sistema nos beneficia a todos: al gobierno, a la economía y a los estudiantes.
Entonces, ¿por qué ha aparecido en mi instituto un grupo que se opone al Juego haciendo gamberradas siniestras? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren conseguir? Lo único que sé de ellos es su nombre: los Sin Identidad.