A Clementina, que es una niña muy obediente, no le dejan tener en casa un perro ni un gato, así que un buen día regresa de la calle con ¡un león! Sus padres, los vecinos, losamigos de la escuela? todos sufren las consecuencias de que Clementina tenga una mascota como esa. El león, lejos de comer pienso, va devorando a todos los personajes con los que se topa sin que Clementina se de cuenta de ello. Hasta que un día el león se come incluso a Clementina.