José Antonio Primo de Rivera, fundador en 1933 de Falange Española, murió fusilado por los republicanos en Alicante al principio de la Guerra Civil. Tenía 33 años. En 1939, victorioso Franco, sus restos fueron llevados a hombros a El Escorial en una procesión de tintes medievales. Muerto, con su aureola casi mística, era mucho más útil para el Caudillo, que supo aprovechar a fondo la circunstancia de su desaparición de la escena política. Este libro, que ahora se reedita casi treinta años después de su publicación en 1980, incide sobre diversos aspectos del creador de una doctrina que, modificada interesadamente, sirvió de soporte ideológico a la dictadura.
Ian Gibson llegó a España justo a tiempo para poder recoger los testimonios de personas clave para su búsqueda del hombre de carne y hueso que fue Primo de Rivera; entre ellos, la hermana del mismo, Pilar, Ernesto Giménez Caballero -máximo teórico del fascismo español-, José María Alfaro, Ramón Serrano Suñer, Raimundo Fernández Cuesta, José Bergamín, Alfonso García Valdecasas, Pedro Sainz Rodríguez y José María Gil Robles. Durante su investigación recorrió toda la bibliografía relacionada con su personaje y trabajó en hemerotecas tanto españolas como extranjeras, documentación periodística a veces muy difícil de conseguir. El resultado fue y sigue siendo una aproximación llena de vitalidad a una figura todavía hoy poco conocida.