Sebastian es un adolescente madrileño que vive solo con su madre desde que suhermana muriera a causa de una enfermedad y su padre marchara de casa. Su afición por los videojuegos le lleva a aceptar las ofertas de una empresa especializada en juegos violentos que le propone probar algunos simuladores e incluso competir con otros participantes. Como el joven parece tener aptitudes y buena reputación (se le conoce en el ambiente con el sobrenombre de «asesino») las propuestas que le llegan son cada vez más exigentes y comienza a probar simuladores de drones, aviones sin piloto que atacan zonas en guerra. En su práctica y sin él saberlo, Sebastián llega a matar a seres humanos porque lo que en principio parecen videojuegos, acaban siendo aviones reales que atacan a personas de carne y hueso en lugares de conflicto. El relato de vida de Sebastian se entrecruza con varias historias que narran lo que sucede al otro lado de la pantalla, de modo que aunque el protagonista nunca sepa lo que en verdad está sucediendo, el lector conoce las devastadoras consecuencias de esos juegos que el protagonista cree inocentes.