La desinformación es un virus que avanza de forma imparable. Grandes empresas de alimentación que desorientan al consumidor con datos confusos, compañías telefónicas con tarifas llenas de cláusulas abusivas, bancos que colocan productos financieros incomprensibles. Ejemplos de una trama orquestada para manipular, confundir y, en última instancia, engañar deliberadamente al ciudadano.
Max Otte expone los mecanismos de la desinformación cotidiana y explica cómo conducen hacia un colapso social generalizado. Así, señala a los principales propagadores, periodistas y políticos al servicio de los departamentos de comunicación y marketing de grandes empresas, y da indicaciones concretas para que la población recupere su soberanía sobre la información.