Organizar una merienda es algo fantástico. Sobre todo cuando los invitados son tan exóticos y originales como unos círculos de colores, la luna, un caracol, una marioneta, la ?C? mayúscula, un rinoceronte o un payaso. La niña-anfitriona sabe que esta mezcla de locos personajes será explosiva y pasarán una merienda deliciosa y muy divertida.
Kveta Pakovska ?afortunadamente- no nos da respiro. Con sus creaciones vamos de asombro en sorpresa. Este breve texto que parece una cancioncilla infantil de las que los niños usan para jugar en corro, cercana al non-sense y condimentada con gracia y poesía, sirve de excusa para uno de sus increíbles despliegues gráficos. Un álbum que encandila con sus colores, brillos y las inesperadas solapas que dan la vuelta al libro, demostrando que esta artista domina el espacio y tiene talento para traspasar los límites de un libro corriente.
Muy recomendable para contarle a los niños pequeños y dejar que miren y no se cansen de mirar. También para los que se aventuran solos y empiezan a leer. Y para cualquier adulto que aprecie lo exquisito.