Pocos libros han captado la esencia y el alma de Oriente Medio como Mi tierra prometida, una historia del estado de Israel escrita por uno de los periodistas más influyentes de la región. Sometido a tensiones internas y externas sin precedentes, Israel está viviendo una crisis existencial. Ari Shavit usa entrevistas, documentos históricos, diarios privados y cartas, así como la historia de su familia, para iluminar los momentos decisivos del siglo sionista y contar una historia mucho mayor que la suma de sus partes: tanto personal como nacional, tan profundamente humana como de una trascendente relevancia histórica.
De mano de Shavit conocemos a su bisabuelo, un sionista británico que conoció Tierra Santa en un viaje organizado en 1897 y comprendió que era el futuro de su pueblo; al joven e idealista granjero que en los años 20 compró tierras a su vecino árabe para cultivar las naranjas que alimentaron la economía palestina; el líder juvenil visionario que en 1940 hizo que Masada pasara de ser las ruinas abandonadas de una secta extremista a un poderoso símbolo sionista; al palestino que en 1948 fue arrancado con su familia de su hogar durante la expulsión de Lod; a los huérfanos del Holocausto que llegaron, tomaron trabajos modestos y se centraron en criar a sus hijos para que fueran los líderes del nuevo estado; al pragmático ingeniero que fue clave para desarrollar el programa nuclear israelí en los años 60, en la única entrevista que jamás concedió; a los sionistas más creyentes que crearon el movimiento de colonos en los años 70; a los empresarios de internet y los jóvenes de la vibrante vida nocturna de Tel Aviv; y a los arquitectos de la actual política exterior israelí hacia Irán, cuya amenaza nuclear se cierne ominosa sobre el país.
Mientras examina las complejidades y las contradicciones de la condición israelí, Mi tierra prometida plantea preguntas tan difíciles como importantes: ¿por qué llegó a existir Israel? ¿cómo sucedió? ¿puede sobrevivir? El libro acaba con un análisis de las cuestiones y las amenazas más importantes a las que Israel se enfrenta en la actualidad, pero sobre todo emplea los momentos definitorios del pasado para alumbrar el presente. El resultado es un retrato fundamental de un pequeño y vibrante país que vive al límite, cuya identidad y existencia juegan un papel clave en el escenario político mundial.