La jaula a la que alude el título de esta novela es la oficina de correos en la que una humilde joven se halla confinada, despachando sellos y telegramas a lo más florido del elegante distrito londinense de Mayfair. Para su clientela, naturalmente, la chica no tiene más sentimientos que un buzón; pero en los oscuros textos de sus telegramas ella es capaz de adivinar terribles secretos e intimidades. Publicada en 1898, el mismo año que Lo que Maisie sabía y Otra vuelta de tuerca, En la jaula es, como éstas, una lección magistral sobre el arte del punto de vista, y una ocasión extraordinaria para conocer un Henry James social, moviéndose en los abismos de las clases asalariadas como en los de las clases ociosas, sin merma de soltura ni de penetración.