Desde su creación en 1861, Italia se ha esforzado por crear un sistema político eficaz y consolidar un sentimiento de identidad nacional. Este libro, que cubre el período transcurrido desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta nuestros días, pone el énfasis en las dificultades a las que Italia ha tenido que enfrentarse durante los dos últimos siglos en su intento de forjar una nación. Los primeros capítulos revisan los largos siglos de fragmentación política de la península itálica desde el siglo VI, para explicar los obstáculos geográficos y culturales por los que pasó la unidad. El libro pretende entrelazar los factores políticos, económicos, sociales y culturales que conforman la historia de Italia, a la vez que enfatizar de manera concreta la alternancia entre los programas materialistas e idealistas a la hora de forjar una nación.