Antonio Sachs nos conduce a través de estas páginas a un universo donde la historia y la ficción se juntan en una interesante síntesis de las figuras de un "para algunos" mismo personaje, el conde Drácula. Nos introduce en un tema que hasta la fecha ha sido polémico y que continuará alimentándose libro tras libro, película t ras película: el origen de Drácula. El debate sobre las conexiones posibles contra las probables entre Vlad Tepes y el conde Drácula deriva en una animada e interesante conexión. Aunque hay poca evidencia de que, cuando Bram Stoker bautizó a su vampiro Drácula, tuviera mucho conocimiento sobre la familia del Drácula histórico. Bram Stoker no inventó a los vampiros con su libro Drácula, y no fue este el primero en establecer una historia sobre vampiros; los relatos de John Polidori y Joseph Sheridan Le Fanu fueron algunos de los predecesores más notables de su novela. Sin embargo, su genio creador creó al abuelo de todos los vampiros, mediante la mezcla fantástica de la mitología y el folclore de su nativa Irlanda junto con el de otras antiguas culturas como la oriental.