Es carnaval y todo el mundo tiene que disfrazarse. También Emilio, que decide, para este año, ser original y ponerse un traje de persona normal; por ejemplo, como va todos los días su vecino al trabajos: bien vestido, con un bonito bigote y unos zapatos brillantes. Pero ¡qué casualidad! Su amiga Julia se ha vestido como la señora de su vecino.