Cada vez que Ramon Bayés sube al metro o a un autobús, los pasajeros más jóvenes saltan de su sitio con gesto altruista para cederle el asiento. Es inevitable: el autor acaba de cumplir ochenta y cinco años, una edad en la que se puede parecer viejo a los ojos de los demás?
Pero a Ramon Bayés la vejez no lo desvela y a veces debe esforzarse para ser plenamente consciente de su edad. ¿Cómo lo hace? ¿Hay acaso alguna fórmula? ¿Está la verdadera naturaleza de la vejez determinada por los números que sumamos? El autor parece haber encontrado una feliz respuesta: mientras seamos
autónomos y mantengamos siempre viva la curiosidad, no hay razón para no despertarnos entonando cada mañana el triunfante grito de Tarzán.
Olvida tu edad es el resultado de las reflexiones de un espíritu joven, vital y, sobre todo, curioso. Y es también el recorrido de una mente generosa y erudita, capaz de analizar con agudeza los más diversos temas, y que sabe lo que significa envejecer bien, jubilarse, afrontar los problemas, sin dejar por ello de vivir aquí
y ahora.