Dos casos sin resolver, tres policías en apuros y un asesino suelto dispuesto a matar de nuevo. El
comisario Martin Beck y su equipo se hallan en una encrucijada en que nada parece tener relación en sí, pese a que todo
apunta a lo contrario: un banco ha sido atracado en una parte de la ciudad, mientas que en otra se ha encontrado un
cadáver en una habitación cerrada a cal y canto, sin arma ni pista alguna en la escena del crimen. ¿La situación podría
ser peor? Efectivamente, en una novela de Martin Beck, todo lo malo tiene la oportunidad de empeorar hasta su
resolución final.