Tercera entrega de la serie Dragonero. Esta vez, Edu, el improvisado cuidador de dragones, deberá emprender un viaje a Gales con más equipaje del que su padre, y, sobre todo, la novia de su padre, hubiese querido. El tío Manuel, nuevamente, le pide a su sobrino que le ayude con sus curiosas y, a veces, muy salvajes mascotas que trastocan la vida de Edu y su familia. Narrado a través de los correos electrónicos que intercambian los protagonistas, El castillo de dragonero, sigue generando carcajadas en los lectores.