Pollock era un personaje intenso que se sentía incómodo en su propia piel y al que el mero hecho de hablar le parecía casi doloroso. La gente desconfiaba de él, y el hecho de que a menudo se emborrachara tampoco ayudaba. La embriaguez de Pollock no hizo más que alimentar el mito del artista como personaje imprudente, un rasgo común en la generación Beat. Pero cuando pintaba, Pollock se concentraba. El hombre rígido y desmañado se movía con gracilidad, creando fluidas y delicadas obras de arte. «Mi pintura no procede del caballete... En el suelo es donde me siento más cómodo.» así es... Esta colección presenta la historia del arte de forma visual y atractiva. Cada volumen contiene, además de textos muy amenos escritos por expertos en historia del arte, ilustraciones hechas expresamente para esta colección por algunos de los mejores ilustradores del mundo. Históricamente precisos y fruto de una investigación meticulosa, las ilustraciones dan vida a la historia de cada artista y explican el contexto de su obra y sus influencias. Los amantes del arte encontrarán en esta colección una introducción vívida y accesible a la vida y la obra de los artistas.