La amistad entre Conor, Abeke, Meilin y Rollan es cada vez más fuerte. Los vínculos con sus espíritus animales, también. Al fin están los cuatro en paz con su presente, y eso les da fuerzas para encarar los peligros que les
depara el futuro. Con lo que no cuentan es con que los fantasmas del pasado aparezcan para sacudir sus convicciones.
El siguiente talismán que deben obtener está en un desierto helado, custodiado por una bestia feroz. Obtenerlo es muy peligroso.
Pero más peligroso aún es no saber de quién fiarse, y ver cómo un enemigo despiadado juega con tus sentimientos.