A comienzos del siglo VII a. C., la guerra cambió con la introducción del escudo hoplita y su doble abrazadera y de la formación cerrada de la falange. En este nuevo estilo de combate, el guerrero sustituyó sus lanzas arrojadizas por una lanza pesada de acometida; el nuevo escudo, además, mucho más grande, pesado y difícil de sostener que los modelos de una sola asa, tenía pleno sentido solo dentro de una formación cerrada donde cada guerrero podía proteger su costado derecho detrás del escudo del compañero situado a su derecha, por lo que los hombres se organizaban en filas ordenadas con un espacio de en torno a un metro entre ellos y en columnas de ocho hombres en fondo. La falange precisaba muchos más hombres y mucha mayor cohesión que las formaciones abiertas de la Época Oscura, y en ella era fundamental que cada hombre mantuviese su puesto en la formación para proteger a su compañero y romper así la formación del enemigo. Mientras que durante la Época Oscura los guerreros combatían como una masa desorganizada, abierta y fluida subordinada a la élite, los hoplitas en la Antigua Grecia pasaron a desempeñar un papel decisivo en la falange: al contrario que los héroes homéricos, que buscaban solo el honor individual, los hoplitas que aparecen en las elegías de Tirteo debían mantener su posición en la falange para ganar así gloria para su ciudad. La falange griega representaba un caso único en la guerra antigua, pues cada guerrero era un ciudadano en su comunidad y debía aportar sus propias armas para participar en su defensa. O, al menos, esta ha sido la visión tradicional de la guerra hoplítica, visión tradicional puesta en cuestión y revisada en Hombres de bronce. Hoplitas en la Antigua Grecia.
Hombres de bronce. Hoplitas en la Antigua Grecia presenta uno de los temas más importantes y debatidos de la historia clásica: ¿cómo luchaban los hoplitas griegos, y qué papel, si lo hubo, tuvo la guerra hoplítica en la conformación de la polis griega? Esta obra es el resultado en papel del congreso que en abril de 2008 tuvo lugar en la Universidad de Yale, y que reunió a los principales especialistas de la materia, para avanzar en el debate y llevarlo a un público más amplio.
Los autores, Paul Cartledge, Lin Foxhall, John R. Hale, Victor Davis Hanson, Donald Kagan, Peter Krentz, Kurt Raafl aub, Adam Schwartz, Anthony Snodgrass, Hans van Wees y Gregory Viggiano, además de explicar el contexto histórico y la importancia de la cuestión hoplita, proporcionan nuevas pruebas, explicaciones y teorías sobre el origen, la naturaleza, la estrategia y la táctica de la falange hoplita y su efecto en la cultura griega y en el nacimiento y desarrollo de la polis y sus estructuras políticas.