Dos niños son abandonados por sus familias, para protegerlos de la Segunda Guerra Mundial, al cuidado de una peculiar mujer que vive en una casa rodeada de un jardín salvaje, cercano al puerto de Sidney. La madre del niño ha muerto en el Blitz; la niña es hija de una australiana y un comunista, que ha sido ejecutado en una prisión de Grecia. Muy pronto entre los dos pequeños se genera un extraordinario vínculo que les permitirá afrontar los peligros de una vida de extranjeros, abandonados en el último rincón del mundo.
Con la ternura y el rigor de un novelista experimentado, White investiga en su última obra las huellas que siempre deja la infancia y los peligros de la guerra.
Un texto sencillamente imprescindible.