Es divertido representar con Fimo a personas de la vida real. Es aún más divertido si consideras que los personajes de Fimo no tienen por qué parecerse exactamente a las personas. Si eliges colores de piel, de pelo, de ojos y de ropas iguales que los de las personas reales, todos tendrán una idea de a quién representan. El parecido será aún mayor si observas a la persona para ver de qué forma tiene el cuerpo y la cabeza, y luego procuras hacer esa forma con masilla. Otra cosa que debes recordar al hacer una caricatura (un personaje divertido que se parezca a la persona real) es que hay que exagerar lo que sea característico de esa persona. Por ejemplo, si alguien tiene mucho pelo, tienes que ponerle mucho más pelo a tu personaje. O si tiene pecas, le pones montones de pecas.