Se pueden admirar muchas obras románicas. Sin embargo, con mucha frecuencia no comprendemos su significado. Este léxico pretende ayudarnos a descifrar esas imágenes, selladas a la manera del libro misterioso del que nos habla el Apocalipsis, que tanto hacía llorar a San Juan porque ninguno sabía abrirlo. Si los artículos coinciden y no cesan de interfererse unos con otros, eso dice mucho en favor del libro: el símbolo es sencillo, en efecto: se reduce a algunos elementos esenciales que pueden aplicarse de múltiples maneras. Pero lo propio de la obra de arte es que con frequencia se encuentra en ella más de lo que creyó poner su autor. Mil interpretaciones no llegan a agotar una sifonía, cuando su compostior no habría admitido sin duda más que una. Es necesario saber leer esta obra y hacer su propia selección. Con esto queda suficientemente indicada su potencialidad y su riqueza.