Con elementos propios de la novela de aventuras, de la novela utópica y hasta del cuento filosófico, en Paradox, Rey ha construido Pío Baroja un universo novelesco absolutamente original. Como en una gran feria carnavalesca, el lector contempla aquí una utopía que, no por pintoresca, deja de resultar aleccionadora. La ciudad de Bu-Taca, con su tiovivo en medio de la plaza y los caballitos de madera girando desesperadamente sin descanso, lo mismo que los hombres, sin objeto, sin fin, constituyen la imagen cabal de esa amarga farsa de la existencia que es, en definitiva, Paradox, Rey. Jesús María Lasagabaster, catedrático de Literatura en la Universidad de Deusto, tras situar la novela en el contexto de la teoría y la práctica de la narrativa barojiana, explica su forma y su función en la visión del mundo que mediante ella se materializa.