Honoré de Balzac (1799-1850) utilizó la escritura como una formidable palanca hacia un ascenso social que le era negado. Su obra, desmesurada e innovadora, recogió el impulso de la naciente ciencia de su siglo en un esfuerzo titánico por describir y reflejar la sociedad circundante. "El Tío Goriot" (1835) es una de sus obras más celebradas, novela bellísima de trama nocturna, impregnada de una tristeza omnipresente, cuyo verdadero protagonista es la ciudad de París.