Okla Hannali, de R. A. Lafferty,
relata sin concesiones piadosas la historia cierta y exacta de la masacre
de un pueblo incomparable: los Indios que habitaron desde el principio
de los tiempos las montañas y las extensas praderas de Norteamérica.
A través de la mítica figura de Hannali Innominee
(un Indio Choctaw que vivió todo el «siglo de la ignominia»
de Norteamérica), Lafferty nos da cuenta de los acontecimientos
que jalonan el trágico destino de las Naciones Indias: la expansión
territorial de los Estados Unidos y la masacre de las tribus, el Traslado
de 1830, la Guerra Civil, la invasión de los colonos blancos, la
legislación de confinamiento y el sistema de asignación de
tierras. Pero Okla Hannali es también una novela sobre
la supervivencia, y Lafferty nos hace comprender que existe algo
inmutable en el carácter de los Choctaws que siempre perdurará,
a pesar de la mezcla racial y las superpuestas leyes y religiones de la
cultura blanca norteamericana. En su lecho de muerte, Hannali sabe
que su nieta con sangre blanca, Anna-Hata, con sus «ojos azules de
anciano y su pelo rubio como el maíz», es sin lugar a dudas
una Choctaw, y que «el mundo aún no se ha quedado sin indios».
Lafferty
ha reconstruido desde el punto de vista «indio» una historia
fascinante que descubrirá al lector un territorio casi inédito
de la realidad, y que jamás le han contado de forma tan perfecta.