[Hacia 1956, Cernuda escribía:] La Galatea, su libro primero, es todo él libro de poeta, no sólo por el juego poético que su tema y su desarrollo acreditan, sino por el número no inconsiderable de composiciones en verso que incluye.También Blecua declara: En esta obra encontramos un pequeño volumen de versos, lleno de singular interés.[Y a mi juicio,] La Galatea ofrece el más variado registro y el más amplio ejercicio retórico, la gama más completa de recursos estilísticos ensayado jamás por su autor.(...)Desde jácaras y poesías burlescas dignas de Quevedo hasta poemas de grave entonación y solemnidad, como, por ejemplo, algunos de La Numancia, pasando por sonetos y otras piezas de carácter culto, el teatro de Cervantes encierra un repertorio admirable de composiciones como sólo podría haberlas escrito un verdadero, un gran poeta