Ya Manuel Cañete, encargado de escribir un juicio crítico en las Obras inéditas de 1872, barruntaba que la poesía de Quintana hundía sus raíces, no sólo en la literatura, sino en la historia; rechazando cierta concepción ociosa de la poesía, escribía para expresar la transformación de una época. (...)A lo largo de su vida observamos en efecto que la frase poética se va modelando, según la atmósfera que respira, para expresar sentimientos nuevos, a veces desconocidos. Desde este punto de vista, la Epístola a Valerio, La Danza o las dos odas de España libre expresan una inquietud idéntica y descubren horizontes desconocidos.