Wilhem Windelband, cuyos logros en la investigación de la filosofía griega perduran todavía, dijo cierta vez: "La filosofía griega ha creado, con un total de conocimientos relativamente escasos y con una grandiosa simplicidad, las formas conceptuales para la elaboración intelectual de esos conocimientos y ha desarrollado, al par, con la osadía de su reflexión, los puntos de partida necesarios para meditar sobre la realidad. En esto radica el carácter típico del pensamiento antiguo y la alta significación didáctica de su historia. Nuestro lenguaje actual y nuestra concepción del mundo están totalmente impregnados por los resultados de la ciencia antigua; y la ingenua reigidez con la que los filósofos antiguos persiguen separadamente los motivos de reflexión hasta sus más unilaterales consecuencias, es apropiada para poner de manifiesto la necesidad objetiva y subjetiva con que se originan no sólo los problemas filosóficos, sino también las direcciones, continuamente repetidas en la historia, de sus intentos de solución." En estas líneas dignas de toda consideración está caracterizada exactamente la significación histórica de la filofía griega.