«Esta es», anticipa el autor en la primera frase de esta novela llena de maravillas y personajes extraños, «la historia del músico Johannes Elias Alder, que a los 22 años puso fin a su vida al haber decidido no volver a dormir», porque, según le oyó un día a un estrafalario predicador, «quien duerme no ama». Johannes Elias es un ser poco corriente, con una voz extravagante, que desde muy pequeño posee un don extraordinario para percibir «todos los sonidos del universo» y convertirlos en música. Es un niño prodigio, un genio probablemente, pero tiene la desventura de vivir rodeado de la ignorancia y mezquindad de los aldeanos de un pequeño pueblo austríaco, incapaces de reconocer en él su grandeza. Johannes Elias ama con un amor desmesurado a Elsbeth, cuyo latido del corazón llega hasta él «desde la eternidad». Todo en esta historia fantástica es como un sueño salvaje, de insólita belleza, que ejercerá sin duda sobre muchos lectores la peculiar atracción que suele suscitar toda vida especial, única.