Charles Dickens sigue siendo para muchos el prototipo del novelista victoriano, pues en su obra se condensan los valores y los ideales de esa sociedad. Novelista burgués, sensible a los cambios sociales que se producen en su entorno, logró conciliar dos mundos: el de la sociedad establecida y el de los descontentos y oprimidos.
"Tiempos difíciles" no es sólo un tratado genuino de la realidad efervescente de la segunda mitad del siglo XIX en Inglaterra: las tensiones liberales provocadas por una huelga en el sector textil. Constituye, además, una crítica al utilitarismo más radical, y, en un plano más secundario y marginal, aborda el tema del matrimonio como reflejo de su infeliz experiencia personal.