Confesiones de un artista de mierda
es una de las contadas obras de «literatura general» del maestro
de la ciencia ficción Philip K. Dick, y que el propio autor
considera su mejor novela al margen del género. Jack Isidore,
de Sevilla, California, el «artista de mierda» -una ingenua
alma perdida, un ser fascinado por fragmentos de información e incapa
zde distinguir los hechos de la fantasía- es el análogo moderno
de Isidoro de Sevilla, quien escribió la enciclopedia más
corta que se hubiera redactado jamás: treinta y cinco páginas.
El juego de Dick consiste en hacer rodar a este personaje en la
California de los años cincuenta...
El hecho de que Dick nos habla sobre la realidad
y la locura, el tiempo y la muerte, el pecado y la salvación...
se le ha escapado a la mayoría de los críticos. Nadie se
da cuenta de que tenemos nuestro propio Borges, y que lo hemos tenido durante
treinta años.
[Ursula K. Le Guin, The New Republick]
Una novela sorprendente, que ha de satisfacer a cualquiera
que haya disfrutado con las novelas de ciencia ficción de Dick.
Como aquéllas, a veces es surrealista, y otras cómica, pero también
es una especie de tragedia. Igual que en sus otras obras, explora la relación
entre la cordura y la realidad -o la locura y la irrealidad-. Un placer
de leer.
[Ted Wite, Amazing]
Ningún otro escritor de su generación
tuvo una presencia intelectual tan poderosa. Ha quedado grabado no sólo
en nuestros recuerdos, sino en nuestra imaginación.
[Brian Aldiss]