Con una estética que resalta lo extravagante, no lo pintoresco, José Gutiérrez Solana retrata en Madrid callejero la situación de un Madrid cambiante. Las calles son las protagonistas de la obra, a través de ellas el escritor nos desvela el ambiente en el que se desenvuelven los madrileños y podemos percibir los olores, el gusto y el habla de éstos. Todo ello presentado mediantae una sucesiónn de cuadros inspirados en lo natural, en lo real, y descritos con toda la fuerza y el dramatismo que el pintor Solana plasmaba en sus lienzos. El color negro, junto a la presencia de la Muerte y de las Máscaras, resalta en estas páginas, dada la concepción tenebrosa que el autor tiene de la existencia.