Como dice Parlebas, la competición es una gran atracción sociomotriz donde la acción motriz (el movimiento) que realiza el jugador en un espacio donde interviene la presencia de compañeros que colaboran en la obtención de unos objetivos comunes y en la interferencia de unos adversarios que persiguen fines opuestos.
Para tener éxito en la competición, el libro presenta 250 actividades en las que se trabaja: con cuadrados, pentágonos, hexágonos, dobles cuadrados, triples cuadrados, conservación del balón, para dejar el balón detrás de la marca con aplicación al marcaje zonal, para dejar el balón detrás de la marca con aplicación al marcaje individual, con una portería, con dos porterías, con tres porterías, con cuatro porterías paralelas, con cuatro porterías en cruz, con diversos objetivos de marca y actividades con superioridad e inferioridad numérica.
En cada actividad se indica: el material, el número de jugadores, el espacio, la descripción de la actividad, la consigna y los objetivos.
La lectura de la teoría del primer capítulo nos conduce a la siguiente conclusión: el fútbol es un sistema configurado por una serie de características, con una lógica interna: las estructuras.
Las prácticas, del capítulo dos al dieciséis, inciden en la motividad del individuo pudiendo modificar los aspectos: técnico-coordinativos, táctico-cognitivos y condicionales.