Tomando como punto de partida los escenarios londinenses donde suceden otras obras del autor, esta novela de Julián Ríos se configura como una educación sentimental y una búsqueda amorosa a través de diferentes mujeres, ciudades y culturas. ¿Quiénes son estos amores que atan con sus lazos de seducción intemporal y que sólo se designan con sus iniciales? Un personaje, a quien el narrador llama «Fugitiva», ha desaparecido y, mientras éste la busca y viaja sentimentalmente por los lugares londinenses que solían frecuentar juntos, le va contando por escrito sus auténticas aventuras amorosas, las que de verdad definen la multiplicidad y el carácter proteico que la «Fugitiva» representa en su imaginación. Y cuando ella, naturalmente, quiere conocer a las mujeres de su vida, él se las irá descifrando en un abecedario amoroso que, de la A de la Albertine de Proust a la Z de la Zazie de Queneau, formará una fascinante y enigmática galería de retratos que, de la misma manera que el narrador no desvela a su «Fugitiva», tampoco desvelaremos. Amores que atan también propone, como otras obras de Julián Ríos, un desafío al lector. Pero esta vez no está en la escritura, sino en el enigma de los personajes que forman este abecedario mítico.