Si existe un terreno de la vida social y cultural en el que la investigación presenta un gran interés es el de la animación. Se trata de un dominio que a los ojos del observador atento adquiere una gran complejidad, y en el que se entremezclan las actividades lúdicas, las prácticas culturales, las instituciones socioculturales múltiples, los animadores -profesionales y aficcionados-, las asociaciones voluntarias y las estructuras estatales. Lugar de expresión cultural de distintos grupos, lugar de creación y de vida social, lugar también de confrontación entre concepciones diversificadas de la cultura, la animación es también el espejo de una sociedad y de los múltiples actores que participan en la historia cultural de la nación.
La consulta de ciertas encuestas revela la dificultad de definir certeramente la identidad de la animación sociocultural, lo cual suscita muchas dudas acerca de la formación de los animadores, sobre el ámbito mismo de la profesión de animador. ¿Ambivalencia? ¿Imprecisión? ¿Función social? ¿Significación ideológica? Este libro intenta responder a todas estas cuestiones afirmando que la animación es hoy en día una nueva práctica del campo social y cultural pero también una investigación caracterizada por la duda permanente y la autointerrogación constante, a la manera de la propia cultura de la que es a la vez instrumento y espejo.
Más que una técnica recreativa, más que una moda reciente y caprichosa, más que un instrumento ideológico de poder, la animación sociocultural participa de un proyecto de sociedad futura en el que sin duda tendrá mucho que decir.