Con los primeros escritos de los integrantes del movimiento alemán Sturm und Drang comienza el declive de los valores estéticos del Neoclasicismo europeo, y se sientan las bases de uno de los movimientos culturales -con fuerte incidencia oscio-política- más ricos y revulsivos que Europa se dio a sí misma: El Romanticismo. El descrubrimiento del Yo como motor de la cración -el Werther de Goethe, quintaesencia del Yoismo romántico- será el impulso psicológico que alentará todas las ensoñaciones románticas en todas sus más vastas manifestaciones artísticas. Literatura, Pintura, Música, etc. Junto a este imperativo subjetivista no faltará el afán de la libertad vital y cracional, haciendo del Romanticismo una globalizadora y distinta forma de entender el mundo, la vida y el pensamiento, en contraste con la rigidez neoclásica de gran parte del siglo XVIII. Si bien es cierto que el Romanticismo es dueño de un espíritu general de realización estética que afecta a toda Europa, cada país hace suyas las ideas fundamentales con el resultado de que cada uno de ellos cree su propio Romanticismo.
El libro que presentamos es una acertada síntesis de uno de los más importantes y decisivos períodos culturales cuya influencia mantiene hoy una notoria vigencia.