«Nadjia» (1928) es una obra compleja en la que, a partir de la relación que se estableció en 1924 entre el personaje que da título al realto y el autor, se encuentran todas las claves del Surrealismo en la etapa de su desarrollo inmediatamente posterior a la publicación del primero de sus «Manifiestos», es decir, en pleno dinamismo conceptual. Muy densa en significados, puede ser considerada una de las obras más importantes del autor y del movimiento del que es, sin duda, su quintaesencia. «Nadja» es la obra germinal del movimiento literario surrealista en nueva traducción y con el comentario del mejor especialista español en ese periodo literario francés.