Peter Høeg nunca escribe una novela similar a otra. Quienes, tras la publicación de La señorita Smila y su especial percepción de la nieve (Andanzas 214), le hayan seguido en su periplo literario se encontrarán por tanto aquí con algo totalmente nuevo. Es como si Høeg, en cada libro, pudiera convertirse asombrosamente en otro. Tal vez, un poco como Erasmo, el mono de esta extraña aventura, y la singular mujer que la comparte con él.
Erasmo, que escapa de unos traficantes de animales, es capturado y sometido a experimentos en el instituto de investigación del zoológico de Londres. Los etólogos Adam Burden y su hermana Andrea, quien trabaja para una fundación de protección de la fauna, se dan cuenta de que Erasmo es en verdad un sorprendente hallazgo que les brindará prestigio profesional: un simio antropoide de gran inteligencia. Sus planes se trastornan cuando Madelene, la esposa alcohólica de Adam, descubre en Erasmo a un semejante, cuyo sufrimiento y cautiverio reflejan de algún modo el suyo. Madelene deja de beber, subvierte las bellaquerías del marido y huye con Erasmo. Logran comunicarse, pues Erasmo aprende rápido y puede hablar, hacen el amor en la copa de los árboles y disfrutan de una suerte de idilio edénico. Pero Adam, nombrado director del zoológico, prepara un discurso que, una vez más, les cambiará la vida.