Honoré de Balzac, el padre de la novela
realista, no pudo resistir a la atracción de lo fantástico
y en varias etapas de su vida el autor de La Comedia humana rindió
tributo al género del misterio y lo sobrenatural. Bajo el título
de Melmoth reconciliado -homenaje de Balzac a Ch.
R. Mathurin, autor de la consagración y cumbre de la novela
gótica Melmoth el errabundo-
se recogen «La obra maestra desconocida», con
el tema de la pintura como eje de lo fantástico; «El
elixir de larga vida», una nueva versión de la historia
de Don Juan y sus infiernos; «La posada roja»
y «Jesucristo en Flandes», dos muestras más
del Balzac visionario.