Pocos escritos exploran el amor de una mujer con tanto detalle y con tanta sutileza como este diario inédito y no censurado de Anaïs Nin, que trata abiertamente los aspectos físicos de las relaciones amorosas y todo el espectro de sus ramificaciones psicológicas de esta mujer que buscó la libertad de actuar desde sus deseos sexuales y emocionales con la misma libertad y abandono que los hombres siempre han reclamado para ellos. Cuando empezó a publicar fragmentos de su diario en 1966, los aspectos más excesivos de su vida fueron eliminados, aun cuando era evidente que podría haberse dicho más de lo que apareció entonces respecto a muchas de sus relaciones, con Henry Miller, su esposa June, Antonin Artaud, sus psicoanalistas René Allendy y Otto Rank o la más intensa de todas ellas: el incesto con su padre. Es en estos diarios no expurgados donde aparece por primera vez toda la parte omitida en publicaciones anteriores, desde esa decisiva y oscura transgresión que subyace en una mente tan aparentemente libre de ataduras y prejuicios hasta la culpabilidad que la llevó a buscar la absolución de sus psicoanalistas. En su cruda exposición de la lucha de una mujer para llegar a un acuerdo consigo misma a través de la escritura, Incesto desvela a Anaïs Nin, sin máscaras ni secretos, aunque en el fondo permanezca misteriosa y quizá inexplicable.