Creemos que, para quienes siguen nuestras novedades, está fuera de toda duda nuestro interés por ofrecer a nuestros lectores lo mejor de otras culturas, de otras literaturas. No se extrañarán, pues, de encontrar ahora en este Boletín a Emil Tode, un joven novelista estonio, el primero en recibir, por Estado fronterizo, el Premio Anual de Literatura de su país después de que éste recuperara su independencia tras el desmoronamiento del imperio soviético.
Con Estado fronterizo, su primera novela, que también obtuvo el Premio Literario de la Asamblea Báltica (1994), Emil Tode irrumpió literalmente en el panorama de las letras europeas tras haber sido traducido a varios idiomas, dejando asombrados a críticos y lectores no sólo por proceder de un país de cuya existencia casi nadie se acordaba, sino por la extrema actualidad de su sorprendente talento literario.
En una larga carta íntima a un misterioso destinatario llamado Angelo, un joven estonio, cuyo nombre nunca se revela, becado en París con un proyecto de traducción de lírica francesa, cuenta que comparte su vida con Franz, un rico y elegante profesor de literatura bastante mayor que él. Franz vive de los dividendos de una empresa de misiles y, para tranquilizar su conciencia y no perder su propia autoestima, necesita un amante del Este a quien mantener. Al lado de Franz, el joven estonio va descubriendo un mundo desconocido, cuya hipócrita y cruda realidad está lejos de corresponder a sus aspiraciones: afloran los prejuicios y, con ellos, el rencor, la desilusión y, poco a poco, ante una relación insalvable, entre dos mundos que parecen separados por un abismo, la desesperación y la ansiedad. Contra toda lógica, el joven estonio empieza a aborrecer la relación con Franz. Contra toda lógica, pues, se verá metido en un buen lío…