Hay mucha gente que cree que los once años es una edad muy poco interesante, pero, ¿es eso cierto? ¿Qué se siente en esa época de la vida, cuando en el fondo se están produciendo grandes cambios en la existencia del niño? Pues varias y distintas cosas:
·Los niños dejan de ser seres pequeños y graciosos y se preparan para la adolescencia.
·La escuela adquiere más importancia que nunca.
·Los padres deben permanecer al lado de su hijo para ayudarle a capear el temporal que se avecina.
¿Cómo se enfrenta el niño de once años a esos acontecimientos? Para dar una respuesta adecuada a esta pregunta, este libro trata de cuestiones de las que hay que ocuparse antes de que el niño cumpla los doce años. Y, utilizando un estilo expresamente dirigido a los miembros de la familia, sean padres o abuelos, pone de relieve el extraordinario progreso y los importantes ajustes que experimenta en esa época.