Luis Enrique LÓPEZ e Ingrid JUNG, lingüistas-educadores con vasta experiencia de trabajo y de vida entre pueblos indígenas americanos, reúnen en esta obra, actuando como compiladores, a lingüistas y antropólogos latinoamericanos, europeos y norteamericanos en torno a la relación entre oralidad y escritura en pueblos tradicionalmente ágrafos. Dichos pueblos se han apropiado de la palabra escrita como herramienta de normalización y potenciamiento de sus lenguas, las cuales se convirtieron en idiomas minorizados debido a su contacto y conflicto con el castellano
LÓPEZ y JUNG sostienen que la escritura en lengua indígena constituye un importante cambio cultural al que la escuela bilingüe ha contribuido decididamente, y que, en las sociedades indoamericanas, la escritura no parece contraponerse a la oralidad tradicional, sino más bien se apoya en ella, en busca de complementariedad, pues ambas parecen cumplir funciones específicas y diferenciadas. En dicho contexto, la escritura cumple también funciones simbólicas que la han convertido en un nuevo medio de expresión y comunicación y que están relacionadas con el prestigio social actual de la palabra escrita y con la construcción de nuevas identidades colectivas indígenas,
Compiladores y autores,basándose en esta constatación, proponen abandonar la dicotomía mecánica a la que nos habíamos acostumbrado al hablar de la relación entre lo oral y lo escrito, hecho que acerca también la realidad indígena actual al contexto postmoderno que viven las sociedades industrializadas, en las que la oralidad ha encontrado nuevos rumbos a través de las igualmente nuevas herramientas de intercambio y comunicación social disponibles.
Esta nueva situación plantea serios retos a lingüistas descriptivos, sociolingüistas y educadores porque requiere nuevos modelos de descripción que den cuenta de la heterogeneidad real de las sociedades bilingües y plurilingües indígenas; así como propuestas de normalización más flexibles y sistemas de escritura que tomen en cuenta las características de los sujetos bi o plurilingües y la relación que éstos establecen entre las lenguas que hablan. Esto es igualmente necesario por la necesidad de imaginar y desarrollar propuestas educativas que den cuenta de tal diversidad para, desde ella, contribuir a mejorar la calidad de la educación en sociedades que desean seguir siendo plurales.