Después del entusiasmo con que la crítica recibió su primera obra, Nunca se sabe (Andanzas 320), merecedora en su traducción al castellano del XXI Premio Tigre Juan 1998, publicamos ahora la segunda novela de Imma Monsó, que ya en su edición en catalán mereció el prestigioso Premio Prudenci Bertrana y fue elegido por la AELC (Associació d’Escriptors en Llengua Catalana) como el mejor libro de narrativa catalana de 1998. Con él, Imma Monsó confirma su dominio de un mundo literario propio, profundamente original.
Glenda, una psiquiatra que sufre una crisis vocacional, y Poltern Mac, un músico entregado a la enseñanza por vocación, dos personajes desorientados, aparentemente ajenos al mundo moderno, pero representativos de algunas de las contradicciones y sinsentidos del hombre contemporáneo, parecen destinados a encontrarse. En el intento desesperado de recuperar la pasión por su trabajo, Glenda se toma un año sabático y sale a la búsqueda del paciente que le redescubra el sentido de su profesión. Poltern, entretanto, comienza a sufrir los primeros síntomas de una extraña e insoportable fobia a las repeticiones, que parece no tener cura y que podría condenarle al aislamiento más absoluto. Afortunadamente, sus destinos confluyen en la granja de la excéntrica familia de Poltern. Juntos iniciarán una terapia nada convencional, en cierto modo tragicómica, que, si en principio pone en evidencia los trastornos de la normalidad impuesta, acaba descubriéndonos al fin una profunda historia de amor.