La investigación social es un proceso complejo sometido a objetivos concretos, limitación de recursos y exigencias de plazos. Responder a estas condiciones de forma eficiente requiere prever la ordenación racional de todas las tareas que comprende el proceso. Asimismo exige gestionar y controlar de forma continuada su ejecución, para poder establecer en su momento las correcciones pertinentes. Es decir, como todo trabajo, la investigación social debe ser programada. Este texto presenta los principios básicos de la programación y la gestión, así como las técnicas aplicables al trabajo de investigación.