La aritmética, debido a sus notaciones y sus formas especiales, se encuentra aislada del mundo circundante, como por una elevada muralla. La ruptura de esta aureola es parte del objetivo del autor. Así pues, Brandreth ha sabido dar vida a las cifras, demostrando cómo puede ir desapareciendo la aversión hacia las matemáticas a través de ejemplos de los diversos fenómenos numéricos y dando a entendersu valor intrínseco.
El autor nos anticipa: "Hay que saber contar -escribió Máximo Gorki-, aunque sólo sea para no casarse, a los cincuenta años, con una mujer de veinte". "Muy cierto. Si uno es dueño de una calculadora (o de diez dedos) y sabe contar, todos los problemas y desafíos del libro se encontrarán al alcance de su comprensión".