No nos cabe la menor duda de que Ocurrió a orillas del río, de Kerstin Ekman, primera obra de esta autora sueca en ser traducida al castellano, atrapará al lector desde la primera página. Y, cuando cierre el libro, no sólo habrá realizado un viaje por el alma de un puñado de personajes entrañables, sino que habrá visto resolverse muchos enigmas y habrá aprendido algo más sobre la incomunicación y la soledad humanas.
Una noche lluviosa, Annie Raft ve desde la cocina de su casa a alguien cuyo rostro, extrañamente, le recuerda algo que sucedió hace muchos años. Era también de noche, y ella y su hija Mia acababan de llegar a Svartvattnet, pueblo en cuyos alrededores iban a empezar una nueva vida. Junto al río, mientras buscaban la cabaña donde iban a vivir, descubrieron, aterradas, los cadáveres de una joven pareja. Dieciocho años después, el crimen sigue sin esclarecerse. Annie, que se ha quedado a vivir allí, no es la única en recordarlo todo, pues la vida de otros habitantes de Svartvattnet (entre ellos Birger, el médico, y Johan, un chico que decidió escaparse de casa esa misma noche) cambiaron radicalmente a partir de aquel suceso. El silencio y las mentiras, o mejor dicho las medias verdades, han mantenido bien guardados los secretos que oculta el pueblo, pero de pronto el enigma parece despejarse...