La lograda reconstrucción literaria que lleva a cabo León
Arsenal en esta novela nos ofrece un Tartessos bastante verosímil
a la luz de lo que la arqueología nos ha desvelado sobre esta cultura
del sur de la península y las relaciones que mantuvo con sus vecinos
griegos y fenicios, lo que convierte El hombre de la plata en una
novela histórica. Pero es también un relato de aventuras
cuya acción no da tregua al lector, una historia de suspense que
toma como punto de partida un episodio imaginario del reinado de Argantonio
de Tartessos, en el momento de máximo esplendor de esta poco conocida
monarquía. Unos saqueadores de tumbas se apoderan, en la cámara
mortuoria de un destacado noble, de lo que parece una de las dos mitades
de un pacto escrito y sellado en un lingote de plata. Cuando intentan comerciar
con él, los espías de Argantonio reciben la orden de recuperar
la misteriosa pieza al precio que sea. Se inicia de este modo una trepidante
persecución, por tierra y por mar, que constituye la acción
principal de El hombre de la plata.
León Arsenal resucita el Mediterráneo Occidental del siglo VI
a. C. para escribir una novela «de frontera». Frontera entre
la civilización y el salvajismo, frontera de la expansión
hacia Occidente de griegos y fenicios que entran en contacto con los indígenas
de Hispania. En El hombre de la plata, una historia llena de intriga,
viajes, combates y sorpresas, encontraremos personajes como Xamo, a medio
camino entre lo indígena y lo heleno, comerciantes aventureros como
Eutiques o Piripompo, mineros que trabajan con el arma en la mano y hombres
de armas que hacen de su habilidad con ellas un modo de vida honorable... y temerario.